Si nos detenemos a pensar un instante, concluiremos que ningún aspecto de nuestra vida mental es más importante que las emociones para la calidad y el sentido de nuestra existencia. Las emociones hacen que la vida valga la pena y a veces también, por desgracia, que lleguen a su fin. Por ello son muchas las disciplinas que se interesan en estos fenómenos, desde la filosofía hasta la neurología, la psicología, la biología evolutiva e incluso la economía.
Desde la época de los antiguos griegos, los humanos tenemos la tendencia a separar la razón de la pasión, el pensamiento del sentimiento, lo cognitivo de la emoción. Platón decía que las pasiones, los deseos y los miedos hacen imposible que nosotros podamos pensar. Incluso nuestros sistemas legales tratan diferente los crímenes pasionales que otro tipo de crímenes, como los premeditados. La emoción es, probablemente entonces, el fenómeno humano mas personal y a veces idiosincrático. Expresa lo que el mundo significa para nosotros de manera bien individual y determina en ocasiones un bienestar subjetivo.
Las emociones parecen sentimientos conscientes pero, en realidad, son respuestas fisiológicas a distintos estímulos. Fueron diseñadas para alejarnos lo mas posible de circunstancias de miedo o acércanos a situaciones que pueden traernos alguna recompensa o satisfacción. Las emociones se generan de continuo, y la mayor parte del tiempo no nos damos cuenta de ellas. En el cerebro existe una suerte de transito de ida y vuelta entre el límbico y el córtex, es decir que la razón y la emoción tratan de conversar de alguna forma. Gracias a estas conexiones podemos sentir de manera consciente muchas de las emociones. Pero también, al ser de ida y vuelta, nuestros pensamientos conscientes pueden afectar, y afectan, nuestras emociones.
Cuando decimos que "nos estamos haciendo la cabeza", manifestamos que con nuestros pensamientos engrosamos, llamémoslo artificialmente, lo que sentimos. Llevada al extremo, esta situación puede generar, por caso, ataques de pánico. Cada emoción es producida por un trabajo diferente en distintas partes del cerebro, incluso el hipotálamo y la glándula pituitaria. Estos últimos controlan la producción de hormonas, las cuales producen reacciones físicas como, por ejemplo, el incremento en los latidos del corazón o las contracciones musculares.
Las respuestas emocionales son, en general, no conscientes. Freud tenía razón cuando decía que la consciencia era sólo la puntita del iceberg mental. Pensamos las emociones como una experiencia consciente. Las experiencias emocionales conscientes son solo una parte, pero no necesariamente la función central, del sistema que las genera. Por ejemplo: Desde el punto de vista de una persona que ama, lo único importante sobre el amor es ese sentimiento. Pero desde el punto de vista de tratar de comprender que es ese sentimiento, porque ocurre, de donde viene y por que algunas personas lo reciben y pueden darlo más que otras, el amor, como sentimiento quizá no sea central o muy importante para el sistema emocional del cerebro.
A las emociones podemos encontrarlas obvias, cuando las sentimos, pero al mismo tiempo misteriosas. Se trata quizás de los estados de nuestro cerebro que mejor entendemos y conocemos. Sin embargo, a menudo las sentimos y no entendemos porque están ahí, de donde vienen. Pueden aparecer despacio o de repente, pueden ser en extremo evidentes u opacas. no podemos entender por qué nos despertamos de mal humor con frecuencia a la mañana. Si bien las emociones están en el centro de quienes somos, muchas veces parecen tener su propia agenda, nos llevan, nos traen y nos hacen sentir cosas, sin entender bien el motivo. Sin duda, resulta difícil imaginar una vida sin emociones, Vivimos para ellas y tratamos de estructurar las circunstancias de nuestras vidas para tener momentos de alegría y de felicidad, y por supuesto, evitar estar angustiados, tristes, desilusionados o doloridos.
Técnica: Los extremos opuestos
Pensá y escribí tu desafío creativo. Escribí que pasaría si tuvieses todos los recursos del mundo: dinero, tiempo, gente, máquinas, lo que sea. Anotá qué pasaría si no tuvieses ningún recurso, y escribí qué harías en este caso. Tratá de combinarlos para ver que surge. Ejemplo:
Desafío creativo: llegar más rápido al trabajo.
Todos los recursos: voy en helicóptero y aterrizo en el techo de mi trabajo.
Ningún recurso: voy caminando, no tengo plata, para eso debo salir dos horas antes de mi horario de entrada.
Combinación:.........................................................................
Por César Covi
https://linktr.ee/cesarcovi
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